Los radioaficionados de todo el mundo captan una extraña transmisión que no proviene del espacio exterior, sino de la Tierra….y no es humana.
Con este planteamiento como despegue, FABRIK(A) homenajea en forma de Sci-Fi retro a los radioaficionados y su completo mundo de ondas de radio, transmisores y receptores que versa desde la soledad elegida de los radioaficionados hasta el planteamiento mundial de los excesos de los Mass Media de los cuales dependemos.
Para ello hace un disco a su gusto, sin pensar en nadie, cogiendo elementos tan interesantes como ritmos EBM Oldschool, ondas de radio, Ambient, sonidos reales que jamás a usado anteriormente, experimentación amable, cierta benevolencia hacia el techno-pop y toneladas de electrónica pura.
Ritmos mecánicos, engranajes perfectos, ritmos quebrados, pulsiones cartesianas y matemáticas con sampleos de voces y ondas de radio. Quizá es el trabajo más mecánico y frío del proyecto.
Si pretendes escucharlo por encima para saber de lo que va y de manera rápida, NO LO HAGAS, estás destrozando un trabajo que tiene su esencia en cada uno de los microsegundos de su duración.
Un trabajo ecléctico que alterna temas de diferentes estilos que le dan agilidad para acabar con los platos fuertes y pilares fundamentales de FABRIK: los temas ambient industriales.
«Italia Elettrica», la preciosista «Liminal radio Listener» o «You can´t save soul in an empty chuch» son tres ejemplos de un ambient que engancha, que no aburre y que te mantiene el vilo.
Temas completamente experimentales como la deliciosa «Time Station». la distorsionada «Ham Radio Boy» o la que será el próximo maxi «Dial Man» con colaboración de VCE!
En este trabajo ha colaborado en varios temas Suvproducto o, lo que es lo mismo, la mitad de VCE o SuVatomique, al igual que lo hizo con la electrónica amable del gran trabajo de Fabrik «Industria 1970».
Incluso hay un tema compuesto por Víctor Rozalen y Atom Cobalto, «Broadcasting», donde Víctor pone la música y Atom todos los efectos, tratamientos y ondas de radio.
18 temas sin desperdicio como «AEG» que recuerda a VCE o «Station to Station» que parece homenajear a los Kraftwerk.
Un disco para escuchar y opinar tras un par de oídas y tratarlo como un todo compacto y coherente.
Como siempre, acompañado de un excelente libreto muy retro-industrial.